Llevar a una mascota al veterinario es toda una odisea: primero tienes que acostumbrarle al transportín, luego cruzar los dedos para que se porte bien y no intente arañar al veterinario. Cuando crees que lo peor ha pasado y llegáis por fin a casa los dos de una pieza, ¡resulta que el resto de gatos le bufan! ¿Cómo es posible?
¿Por qué se bufan mis gatos después de ir al veterinario?
Aunque parezca una tontería, se trata de un tema de olores. Estos animales de compañía, al igual que los perros, se guían más por el olfato que por la propia vista. Como explicamos en nuestro artículo sobre transportines, las clínicas veterinarias son lugares con aromas penetrantes: los productos de limpieza, los desinfectantes, y los propios medicamentos crean un perfume sintético que no gusta nada a los gatos. Piensa en las veces que has entrado en un hospital y te ha venido de sopetón el olor a desinfectante, o el olor a cloro de una piscina municipal. Este mismo fenómeno se multiplica por cien en felinos.
Aunque tu gato haya estado poco tiempo en la clínica veterinaria, ha sido suficiente para que vuelva oliendo raro según los otros miembros de la casa. Ten en cuenta que el veterinario ha usado gel hidroalcohólico antes de acariciarle, nuestro gato ha estado sobre una superficie desinfectada, y seguramente le hayan administrado medicación que le haga oler diferente durante unos días.
En general, los gatos se pasan mucho tiempo al día acicalándose los unos a los otros. Con esto, no solo consiguen fortalecer lazos y jerarquías, sino que segregan feromonas con las que se identifican como manada. Establecen un olor característico que los marca como parte del clan. Si vuelven con un tufo extraño, los demás gatos creerán que es un intruso en su territorio. Es por esto que le bufarán e intentarán pegarle.
El otro gato, por su parte, se mostrará confundido y a la defensiva, pues no entenderá por qué no se le reconoce en su propio hogar.
¿Cómo puedo evitar que mis gatos se bufen después del veterinario?
La forma más fácil de evitar que aíslen a un gato después de que haya ido al veterinario, es llevar todos los gatos a la vez. Si todos vuelven oliendo ligeramente a clínica veterinaria, no pueden echarse nada en cara unos a los otros.
Aunque esta solución es eficiente, es muy difícil llevar a más de dos o tres gatos a la vez al veterinario. Si tienes un mayor número de gatos, o uno de tus mascotas debe ir de forma más frecuente por enfermedad, deberás buscar otras alternativas.
También debes tener en cuenta que, si tu gato necesita tomar medicación durante algunos días o semanas, su olor corporal cambiará, por lo que el resto de tus gatos tendrá incluso más reservas con respecto a él.
Hacer que mis gatos dejen de bufar tras ir al veterinario
Existen formas de suavizar la vuelta del hospital veterinario. Primero, será mejor que le des espacio y un rato de relax al gato que acaba de volver. Si lo dejas en una habitación tranquila –con acceso al arenero, agua y comida, claro está–, tendrá tiempo para descompresurizar después del estrés del veterinario y el viaje en transportín. Además, podrá acicalarse y lavarse a lametones el olor a clínica.
Como el resto de gatos le ve como un impostor, no se le acercará a lamerle, por lo que nuestro gato al borde del ostracismo lo tiene difícil para volver a recobrar el aroma del clan gatuno. Para ayudarle un poco, podemos recurrir a estos trucos:
Cepillarle con su cepillo habitual
¿A qué gato no le gusta una sesión de peluquería? El peine para gatos, al pasárselo por su cabecita, está cargado de feromonas de los gatos de la casa. Cepillar su pelaje con el cepillo habitual hará que huela familiar. De paso, te desharás de todo el pelo que ha soltado durante la visita al veterinario (que será bastante, pues los gatos suelen perderlo durante situaciones de estrés).
Darle una mantita
Aprovecha para robar la mantita donde suele dormir con los otros gatos y dásela para que descanse en ella. Así, tendrá oportunidad de acostarse en un tejido impregnado del aroma del resto de las mascotas y podrá camuflarse más. También puedes darle una prenda de ropa usada. Le tolerarán más si huele a un humano conocido que a un gato extraño.
Restregarle una toalla a los demás
Una forma activa de devolverle el aroma de los otros gatos es frotarlos para tomar sus feromonas. Para esto, usaremos una pequeña toalla limpia, y la usaremos para acariciar la cabecita (orejas, mejillas) de los otros gatos. Luego, frotaremos esta toalla por todo el cuerpo del gato que está recibiendo bullying. Esta es una forma eficaz de reestablecer el aroma doméstico en nuestro pobre michi.
Quitar de en medio el transportín
El transportín en el que ha viajado tu gato olerá tanto a clínica como tu propia mascota. Por eso, recomendamos que laves y desodorices el transportín en cuanto llegues a casa y dejes a tu michi en un lugar seguro. Así, el resto de gatos no tendrá oportunidad de olisquearlo. Para ello, un poco de agua tibia, un estropajo suave, detergente tipo Fairy o Dawn y un poco de vinagre de alcohol serán suficientes para deshacernos del aroma a clínica. Recuerda secar muy bien el transportín antes de dejarlo otra vez al alcance de los gatos.
Cómo reintroducir a un gato después de que haya estado fuera
Si volvemos a dejar a ambos gatos en un espacio común, debemos proveer de distracciones para hacer más leve la confrontación. Muchas veces, sirven los mismos trucos que se usan para introducir un gato nuevo en la casa.
Por ejemplo, podemos darles de comer su comida húmeda favorita, dejando distancia entre los cuencos. Así, los gatos se irán acostumbrando a realizar actividades en común. También se puede proveer de juguetes o catnip para que los gatos estén ocupados con otros estímulos.
Si ves que pasan los días y los otros gatos se niegan a aceptar a tu otro gato, puede que tengas que optar por relajantes sintéticos. Uno de los ambientadores hormonales más eficaces del mercado es el Feliway, que sintetiza la feromona felina para hacer ver que toda la casa es un espacio seguro. Se trata de un ambientador enchufable con una recarga de 30 días, similar a los tradicionales repelentes de mosquitos.
Una forma eficaz de reunificar a los gatos, es usar Feliway durante unas semanas, hasta que restablezca la paz gatuna en casa. La mayoría de dueños de gatos ven un cambio en la dinámica animal en menos de siete días, con menos tensiones y peleas.
- Ayuda a resolver todos los signos frecuentes de estrés para conseguir la mejor tranquilidad
- Transmite mensajes de tranquilidad que ayudan a los gatos a sentirse cómodos y seguros en casa
- Proporcionan serenidad y favorecen la armonía entre gatos
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- Contiene un recambio de 48ml. Enchúfalo en la habitación favorita de tu gato. Para obtener los mejores resultados, mantén el difusor conectado día y noche. Renueva el recambio cada 30 días aproximadamente. El recambio es compatible con todos los difusores de la gama Feliway. Recomendamos renovar el difusor cada 6 meses de uso continuado o cada 6 recambios
Esperamos que este artículo te haya sido de ayuda. Si quieres leer más sobre convivencia felina, te recomendamos pasarte por nuestra sección sobre el tema.