Adoptar un nuevo gato y presentarlo al que ostenta actualmente la posición de rey o reina de la casa es emocionante, pero también estresante. ¿Se llevarán bien o será un desastre? Siguiendo los pasos correctos, puedes asegurar que la primera impresión sea positiva y evitar problemas conductuales a largo plazo.
En este artículo explicaremos en profundidad cómo introducir gatos paso a paso, siguiendo el concepto de «línea de desafío» para una transición tranquila y exitosa.
Entendiendo la línea de desafío
Antes de juntar a cualquier gato, primero debes comprender este concepto crucial. La línea de desafío representa el equilibrio entre la zona de confort y la zona de estrés para un gato.
Imagina una línea invisible en el piso. A la izquierda está la zona de confort donde el gato se siente completamente relajado y seguro. A la derecha está la zona de reto donde siente ansiedad o temor ante lo desconocido.
El objetivo es mover esta línea gradualmente hacia la derecha, de modo que el gato gane confianza y se acostumbre poco a poco a los nuevos desafíos. Si lo forzamos demasiado rápido, reaccionará con agresividad o huyendo.
Cómo preparar nuestra casa para presentar a dos gatos
Veamos cómo aplicar el concepto de línea de desafío paso a paso:
Preparando territorio neutral
Lo primero es preparar un «campamento base» para el gato nuevo. Debe ser un espacio lo suficientemente grande donde pueda moverse con comodidad.
Dejando que explore tranquilamente, el gato irá marcando con su olor y sintiéndose más seguro. Así expandes su zona de confort antes de introducir nuevos retos.
Observa su lenguaje corporal para detectar límites incómodos. Si se asusta al acercarse a la puerta, retrocede y dale más tiempo para aclimatarse.
Intercambiando olores
Una vez que el gato nuevo se sienta seguro en su campamento base, es hora de comenzar a mover la línea de desafío exponiéndolo al olor del gato residente.
Coloca la comida de cada gato a cierta distancia de cada lado de una puerta cerrada. Muévelo centímetro a centímetro cada día, observando sus reacciones.
El objetivo es que ambos gatos asocien el olor del otro con algo positivo (comida) sin sentir temor o ansiedad. Básicamente, estamos tirando del refuerzo positivo, hoy por hoy, la única forma efectiva de conseguir que un gato haga lo que nosotros queremos.
Añadiendo el elemento visual
Cuando los gatos ya coman tranquilos a ambos lados de la puerta cerrada, es hora de dejarlos verse a través de una mosquitera o reja alta.
Comienza cubriendo completamente la vista y levanta la cubierta centímetro a centímetro durante cada comida. Si notas que alguno se siente incómodo, vuelve a cubrir la vista y retrocede la línea de desafío unos centímetros hasta que se relaje. El proceso puede llevar mucho tiempo, pero no debes rendirte. Cada gato es un mundo y necesita su tiempo para aclimatarse.
Encuentro físico controlado
Para la presentación física, usa la técnica de «comer, jugar, amar». Esta es una técnica que explica el experto en gatos Jackson Galaxy, y que tiene un alto índice de efectividad. Los pasos para hacer esta introducción son los siguientes que comentamos a continuación:
- Abre la puerta con seguridad mientras los gatos están distraídos comiendo, jugando o recibiendo mimos. Así evitas que enfoquen su atención y temor el uno en el otro.
- Comienza con sesiones cortas de 5 minutos y ve aumentando de forma progresiva, terminando siempre en un momento positivo.
- Si detectas signos de agresividad o miedo en alguno, retrocede unos pasos por ese día. Con mucha paciencia y consistencia, ¡lograrás que se hagan amigos!
Consejos finales para una introducción felina positiva
Para terminar, queremos darte algunos consejos finales clave que te ayudarán a asegurar una introducción positiva respetando la línea de desafío.
Lo primero es la calma. Ve despacio sin forzar las cosas. Ten en cuenta que cada gato tiene su propio temperamento y nivel de sociabilidad. Algunos necesitarán más tiempo que otros para adaptarse. Es mejor pecar de cauteloso y avanzar a un ritmo que se sienta cómodo para ambos.
Refuerza cada avance positivo con abundantes golosinas y juegos interactivos. Así asociarán estas nuevas experiencias con cosas agradables. Por ejemplo, si logras que coman tranquilos a 30 cm de la puerta, celebra ese logro con un festín de atún y un rato de juegos.
Observa minuciosamente el lenguaje corporal de cada gato para detectar cualquier signo de disconformidad o estrés. Las señales pueden ser sutiles: orejas hacia atrás, dilatación pupilar, cola agitada, etc. Si notas algo, retrocede unos pasos. Es mejor prevenir que lamentar.
Termina siempre las sesiones de interacción en una nota muy positiva, incluso si fueron cortas. Los gatos recordarán esa última impresión. Acarícialos, dales golosinas, juega con ellos para terminar el encuentro con buena energía.
Tomándote el tiempo necesario y siguiendo estos consejos, lograrás que los gatos pasen gradualmente por cada línea de desafío, superando sus temores y desarrollando una relación amistosa. ¡Mucho éxito!
