La llegada de la primavera trae consigo la caída estacional del pelo en gatos y, en algunos casos, la aparición de temidas calvas o zonas localizadas de pérdida de pelaje. Este problema tan frecuente entre los mininos puede angustiar a los dueños, que se alarman al encontrar a su mascota pelona o con parches sin pelo.
Las causas de las calvas son diversas: desde inofensivas como el estrés, hasta enfermedades más graves como infecciones fúngicas y parasitarias. Identificar el motivo resulta clave para administrar el tratamiento adecuado y evitar que progrese o contagie.
En este artículo analizaremos en profundidad los tipos de calvas felinas, sus posibles causas y los tratamientos disponibles. Aprenderás a reconocer visualmente las calvas, cuándo debes acudir al veterinario y qué puedes hacer en casa para ayudar a tu gato a recuperar su hermoso pelaje. Un diagnóstico precoz y un manejo apropiado son cruciales para devolverle la salud y belleza a la estrella de la casa.
Tipos de calvas en los gatos
Los gatos pueden sufrir diferentes tipos de pérdida de pelo o calvas en su cuerpo. Estas se clasifican según su apariencia y extensión:
- Calvas focales. Este es el tipo más común y consiste en la caída completa del pelo en una zona pequeña y bien delimitada. Por lo general se localiza en áreas como la cabeza, el cuello o la parte superior del lomo. Se ve como un círculo perfecto sin pelo en medio del pelaje normal.
- Calvas multifocales. En este caso, el gato desarrolla múltiples zonas de pérdida de pelo distribuidas por distintas partes de su cuerpo, no concentrándose en una sola área. Aparecen como parches sin pelo de diversos tamaños dispersos por el pelaje.
- Calvas difusas. Se caracterizan porque no hay una pérdida total del pelo, sino una caída parcial que da lugar a un adelgazamiento notable del pelaje en una extensión amplia del cuerpo. El pelo se ve más escaso, fino y falto de densidad en una gran área, en lugar de parches completamente calvos como en los otros tipos.
Identificar el tipo de calva que presenta el gato es importante para orientar sobre su posible causa. Las calvas focales suelen indicar problemas localizados, mientras que las multifocales y difusas se asocian más a enfermedades sistémicas o afectaciones más generalizadas. Un veterinario puede determinar el tipo de calva durante la exploración física del animal.
Causas más habituales de calvas en gatos
Si tu gato está perdiendo pelo, obsérvalo y llama a tu veterinario de confianza para determinar la causa. Aunque hay muchas causas, las más comunes en los felinos provienen de las siguientes afectaciones:
Tiña

La tiña es un hongo que infecta la piel y el pelo de los gatos. Se transmite por contacto directo con gatos infectados o por objetos y superficies contaminadas. Los síntomas incluyen calvas circulares con bordes definidos, costras, picazón intensa y enrojecimiento.
Requiere tratamiento antifúngico tópico o sistémico durante varias semanas, que nos deberá recetar un veterinario colegiado. Es importante desinfectar el entorno y evitar que el gato se lama para que no se reinfecte. La tiña felina puede contagiarse a humanos y se manifiesta con lesiones en la piel de forma anular. El tratamiento también es similar.
Si sospechas que tu gato tiene la piel infectada de hongos, ve rápidamente al veterinario. Es lo mejor tanto para su salud, como para la tuya, pues suele ser una enfermedad bastante contagiosa.
Acné felino

El acné felino provoca inflamación de los folículos pilosos y glándulas sebáceas, produciendo calvas, costras y puntitos negros por la obstrucción de los folículos. Suele ocurrir en el mentón, labios y alrededor de la boca.
Se debe tratar con antibióticos por vía oral, durante varias semanas. Es importante mantener limpia la zona afectada. En casos graves puede requerir antibióticos inyectables. El acné puede volver a aparecer ante situaciones de estrés.
Dermatitis alérgicas

Las alergias a las picaduras de pulgas o a la sarna producen inflamación, picazón intensa y caída de pelo. Para las pulgas se debe desparasitar al gato y su entorno con productos específicos para matar todas las fases del ciclo vital de las pulgas.
La sarna se trata con antiparasitarios externos en forma de pipetas o comprimidos. En casos graves pueden requerir corticoides. Es importante identificar y eliminar el alérgeno que causa la reacción alérgica para resolver el problema.
Estrés

El estrés crónico aumenta los niveles de cortisol y puede producir la caída excesiva de pelo en los gatos, normalmente de forma difusa en diferentes zonas del cuerpo. Se debe identificar la fuente de estrés (cambio de hogar, nueva mascota, ruidos, etc.) y minimizarla.
Los aceites de feromonas sintéticas ayudan a reducir el estrés. Es importante proporcionar rutinas consistentes, lugares de descanso elevados y juguetes interactivos para un gato estresado.
Problemas de tiroides

El problema de la calvicie también puede estar relacionada con la tiroides
Los trastornos tiroideos como el hipertiroidismo pueden producir alteraciones hormonales que derivan en pérdida de pelo. Suele ocurrir en gatos de edad avanzada que ya tuvieron síntomas como delgadez extrema o falta de apetito.
Requiere tratamiento veterinario específico para regular los niveles hormonales, que puede incluir medicación antitiroidea, dietas especiales o en casos graves, cirugía de tiroides. El pelo volverá a crecer cuando se controlen los niveles hormonales.
Reacción a una inyección

En raros casos, una reacción alérgica localizada a una inyección puede producir la caída de pelo en la zona de punción. Suele ser autolimitado y el pelo volverá a crecer en pocas semanas. Se pueden aplicar corticoides tópicos para aliviar la inflamación. Es importante descartar otras causas más graves de la calva.
¿A tu gato le han salido calvas? Consulta con tu veterinario

La aparición de calvas en los gatos siempre debe tomarse en serio y evaluarse prontamente con un veterinario. Si bien en este artículo mencionamos las causas y tratamientos más comunes, cada caso es único y requiere un diagnóstico y manejo profesional personalizado.
Como dueños de gatos, debemos observar de cerca la evolución de cualquier calva, tomar fotografías para mostrar los cambios y acudir a la clínica veterinaria ante cualquier duda. El médico determinará el origen del problema tras realizar una historia clínica detallada y unos análisis específicos. Solo un especialista puede recetar el tratamiento farmacológico adecuado según la causa.