La alimentación es un aspecto clave en el cuidado de las mascotas. En el caso de los gatos, existe una práctica controvertida: la alimentación libre. La alimentación libre consiste en dejar comida disponible para el gato durante todo el día. Esto implica llenar su plato de croquetas por la mañana y dejar que el gato coma cuando quiera y cuanto quiera.
Muchos dueños optan por la alimentación libre pensando que es lo más cómodo. Sin embargo, esta práctica puede ser perjudicial para la salud y el comportamiento felino. En este artículo hablaremos sobre esta técnica de alimentación y por qué es mejor evitarla.
La alimentación libre, toda una fuente de problemas para los gatos
El metabolismo de un gato está adaptado para comer pequeñas raciones a lo largo del día, no para comer constantemente. La alimentación libre altera su comportamiento instintivo. Mientras que en los perros, es normal hacer una o dos comidas al día, el sistema digestivo de un gato no está preparado para eso. En la naturaleza, un depredador felino se pasará gran parte del tiempo de caza, capturando y consumiendo. Cuando no esté descansando, estará ingiriendo pequeñas presas, pero nunca se dará un solo atracón en todo el día.
Por norma general, la alimentación libre lleva asociados estos problemas y enfermedades:
- Problemas de sobrepeso y obesidad: si el gato come en exceso al tener siempre comida disponible.
- Problemas digestivos: su sistema digestivo funciona mejor con comidas pequeñas y frecuentes. Es lo más parecido a su funcionamiento en la naturaleza, donde el animal va cazando pequeñas presas a lo largo del día.
- Problemas de comportamiento: si no asocia la comida con un comportamiento específico (cazar) puede volverse ansioso, agresivo o manifestarlo orinando fuera de la caja.
Cómo establecer una rutina de alimentación para nuestros gatos
En lugar de la alimentación libre, lo recomendable es establecer horarios fijos para las comidas del gato, por ejemplo cada 5 o 6 horas. Además, alimentar al gato a horas fijas te ayudará a solucionar problemas comunes de comportamiento, como la ansiedad, estrés o agresividad. Al alimentar al gato a horas determinadas y con raciones controladas, obtienes varios beneficios:
- Puedes regular la cantidad de alimento que ingiere, asegurándote que coma lo necesario según sus características y nivel de actividad. Evitas así que coma en exceso o que no se alimente lo suficiente. Todas las marcas de pienso y comida húmeda para gatos dan una recomendación de gramos de alimento diarios según el peso de nuestra mascota.
- El gato asocia la comida con un momento y lugar específicos, lo que crea rutinas predecibles en su día a día. Esto reduce su ansiedad y estrés. Evitarás, por ejemplo, que el michi te despierte a altas horas de la madrugada porque no tiene pienso en su bol.
- Al conocer sus horarios de comida, puedes predecir también cuándo necesitará ir al baño y llevarlo a su caja de arena para evitar accidentes fuera de lugar.
- Refuerzas en el gato sus instintos naturales de cazar para conseguir su comida, en lugar de tenerla disponible sin esfuerzo todo el tiempo. Esto lo mantiene activo física y mentalmente.
Si por tu forma de vida es casi imposible mantener un horario de comidas estable, puede que te interese hacerte con un comedero automático. Así, incluso si estás fuera de casa trabajando, estudiando, o socializando, tendrás la seguridad de que tus gatos comen la medida justa a la hora indicada. Solo tendrás que preocuparte de que está enchufado, tiene suficiente pienso en el depósito, y que el cuenco está limpio.
Conclusiones
Aunque parezca cómoda para nosotros, la alimentación libre puede ser perjudicial para la salud y bienestar de nuestros gatos. Recomendamos racionar en varias comidas al día la cantidad de pienso que necesita nuestro gato. Así, nos aseguraremos de que se mantiene fresca, con mejor aroma, y nuestro gato come de forma equilibrada a lo largo del día.
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