Muchos dueños de gatos se debaten entre si deben o no bañar regularmente a sus mininos. Por un lado, quieren que su mascota luzca limpia y sin malos olores. ¿Pero realmente necesitan los gatos baños frecuentes? Pues bien, la mayoría de los expertos son tajantes en esta cuestión. No es recomendable bañar a los gatos. En este artículo respondemos a todas las preguntas sobre el controversial tema de bañar gatos, así como también hablaremos de los casos en los que sí que habría que hacerlo.
¿Por qué no debo bañar a mi gato con regularidad?
Los gatos son conocidos por dedicar una gran parte de su día a acicalarse meticulosamente. Su lengua posee unas pequeñas espículas que les permiten distribuir sus aceites naturales y saliva por todo el pelaje, eliminando suciedad y manteniéndolo limpio. Pasan horas lamíendose instintivamente, en un ritual que es fundamental para su supervivencia en la naturaleza y para mantener su pelaje en óptimas condiciones.
Sin embargo, el uso frecuente de jabones y champús por parte de los humanos puede eliminar estos aceites protectores, provocando sequedad, irritación y picazón en la piel y el pelo del animal. Asimismo, someterlos constantemente a baños obligatorios puede dañar la relación de confianza entre el gato y su dueño, pues, como ya sabes, a los gatos no les suele gustar eso de que los metan forzosamente en la bañera. Si el minino asocia el momento del baño con experiencias estresantes y traumáticas, es probable que empiece a desconfiar y evitar a sus propietarios.
Entonces, ¿nunca debo bañar a mi gato?
Hay algunas situaciones en las que sí es recomendable bañar a un gato:
- Gatos de razas «sin pelo» como el Sphynx necesitan baños cada 1-2 semanas para eliminar aceites en exceso.
- Gatitos recogidos de la calle sucios y/o llenos de pulgas. Un baño inicial los limpia para un buen comienzo, ya que consigue eliminar suciedad que es incluso dañina para el animal.
- Si se ensucian mucho en el exterior con grasa, alquitrán, etc. que no pueden limpiar por sí mismos.
- Gatos obesos o artríticos que ya no alcanzan a limpiar ciertas zonas.
- Para limpiar cara y patas de gatos de más edad que ya no se limpian tan meticulosamente.
Consejos para bañar a tu gato con el menor estrés
Si por alguna razón debes bañar a tu gato, existen algunos consejos que puedes seguir para hacer la experiencia lo menos estresante posible para el minino:
Utiliza una superficie antideslizante y utiliza el champú adecuado
Usa una bañera antideslizante y ten abundantes toallas a mano. Mojarles los oídos puede asustarlos, así que debes ser extremadamente cuidadoso con esa zona.
Elige un champú especial para gatos, suave y sin perfumes fuertes, ya que los aromas intensos suelen alterarlos. No lo enjuagues de forma brusca con chorros de agua, mejor usa una esponja o paño húmedo. El sonido del agua corriente les provoca temor. Además, es recomendable realizar el baño en pareja para controlar mejor al gato si se pone nervioso. Elige un momento del día tranquilo en que el minino esté relajado, no cuando esté hiperactivo. Finalmente, recompénsalo con sus premios favoritos durante el baño, para que lo asocie con una experiencia positiva.
Mejor una rutina de cepillado
En lugar de baños frecuentes, es más recomendable establecer rutinas de cepillado diario para gatos de pelo largo, así previenes la formación de dolorosos nudos. También corta sus uñas cada 2 semanas para evitar arañazos accidentales. Realiza una limpieza de oídos cada 2-4 semanas para prevenir infecciones.
Recompensa con premios
Después de cualquier tipo de rutina de higiene, es importante dar al gato algún tipo de chuche o premio para compensar el estrés que ha sufrido. Los gatos solo se pueden entrenar mediante refuerzo positivo, por lo que será la única forma de que acaben acostumbrándose a estas rutinas de limpieza.
En resumen, lo ideal es evitar bañar a tu gato de forma regular. Con un cepillado apropiado y demás cuidados de aseo rutinarios, mantendrás a tu amigo feliz y saludable. Los baños deben ser la excepción, no la regla en el cuidado de un gato.