Al igual que los perros, los gatos pueden aprender a responder a señales visuales… todo depende de si desean hacerlo. Descubre cómo motivar a tu lindo gatito a que te diga con gestos lo que desea.
¿Sientes que tu nivel de comunicación con tu michi ha tocado techo? Una manera de mejorar vuestra relación es enseñar a tu gato a entender el lenguaje de señas mediante señales con la mano (o pata). Es una forma muy efectiva de comunicarse con tu amigo peludo, compartiendo un vocabulario común. Aquí te presentamos algunos pasos sencillos para empezar, comenzando con un poco de refuerzo positivo clásico.
Paso 1: Comprender el humor de tu gato
La clave para entrenar un gato es encontrar el momento oportuno.
Lo mejor es tener las sesiones de entrenamiento cuando tu gato tenga ganas de estar contigo. Si está echando la siesta, o distraído porque hay muchos estímulos externos (ruidos, pajaritos en la ventana, etc.), no lo encontrarás tan receptivo. Para saber si tiene ganas de interactuar contigo, lo mejor es aprender un poco del lenguaje corporal de los mininos: si llega a donde estés sentado y te da un cabezazo o se restriega por tus piernas, es un bien momento para ofrecerle este ejercicio mental.
¿Tu gato está en el humor adecuado para el entrenamiento? Genial, solo asegúrate de que tú también lo estés. «Los gatos son sensibles a todas las formas de comunicación humana, desde el tono de voz hasta el lenguaje corporal», dice Hughes. Por lo tanto, elige trabajar con tu gato cuando estés transmitiendo una vibra tranquila y relajada. Si has tenido un mal día en el trabajo y vuelves a casa frustrado, pospón para otro día la clase de lenguaje de signos.
Paso 2: Enfócate en el refuerzo positivo
No importa la edad: tanto si se trata de un gatito como de un gato ya adulto, el refuerzo positivo es una herramienta eficaz para entrenar a tu mascota. La clave es tener a mano algunas chuches. Elige sus favoritas, ya sean trocitos de carne seca o snacks de gelatina. Cuanto más le gusten, más receptivo se encontrará.
No pretendas enseñarle todo en una tarde. Lo mejor es planificar unas cuantas sesiones a lo largo de varios días, incluso semanas. Los felinos, por naturaleza, tienen periodos de atención más cortos que los humanos, por lo que no es de extrañar que pierda el interés a los cinco minutos de estar haciendo una misma actividad. Además, tienen un estómago pequeño, por lo que se sentirá saciado en cuanto le hayas dado unas cuantas golosinas para gatos, y no tendrá ganas de hacer nada más.
El momento en que tu gato muestre que está prestando atención a una señal que estás dando, ofrece una chuche. Inicialmente, eso puede ser cuando tu gato mira tus manos o se mueve hacia ti. Más tarde, puedes pasar a premiarle cuando realice la acción deseada (por ejemplo, levantar una pata). Los premios le dicen a tu gato que te gusta lo que está haciendo e incentivan que lo haga más a menudo. Cuando tu gato deja de comer los premios o se aleja, se acuesta o simplemente te ignora, considera que la sesión de entrenamiento ha terminado.
Paso 3: Usa un clicker
Durante las sesiones, es útil señalar a tu gato el comportamiento exacto que está haciendo y que le está consiguiendo todas esas golosinas. Una de las formas más sencillas de hacerlo es mediante el entrenamiento con clicker. Esto se trata de una herramienta de entrenamiento, comúnmente usada para entrenar también a perros. Enseña a tu felino que un sonido de clic equivale a un premio. Una vez que asocie el clicker con una golosina, puedes pasar a enseñar una señal específica con la mano a tu gato.
Si estás intentando enseñar a tu gato a chocar los cinco, sigue estos pasos que incorporan un clicker y premios como herramientas de enseñanza:
- Coloca un premio o un juguete en tu mano (extendida directamente frente al gato) para motivarlo a tocarla.
- Cada vez que la pata de tu gato toca tu mano, haz sonar el clicker y dale el premio.
- Cuando tu gato toque regularmente tu mano (como entiende que cualquier toque equivale a un premio), puedes comenzar a mover tu mano a la posición de chocar los cinco o *high-five*.
- Cada vez que tu gato toque tu mano, haz sonar el clicker y dale un premio.
- Eventualmente, podrás hacer el gesto de «high-five» sin un premio en la mano, ¡y tu gato lo responderá!
- con botón clicker
- retráctil de 14 a 65 cm
- con bola para premiar en el hocico
- cinturón con cuerda de nylon ajustable
- fácil liberación del clip gracias al cierre del botón
Enseñar a tu gato señas con las manos requiere paciencia, repetición y tiempo, pero practicar puede ser divertido para ti y estimulante mentalmente para tu gato. Además, fortalecerá el vínculo emocional entre tú y tu felino. ¿Acaso no hay mayor recompensa?