Los gatos expresan afecto y reclaman territorio lamiendo y mordiendo a sus humanos. Aunque puede resultar molesto o incluso doloroso, este comportamiento es completamente normal en los gatos. Veamos cuáles son las razones detrás de esta conducta y qué puedes hacer al respecto.
La lengua áspera del gato
La lengua de los gatos está cubierta por unas papilas que en realidad son pequeñas espinas puntiagudas que se orientan hacia atrás. Estas papilas, hechas de queratina, ayudan a los gatos a raspar la carne de los huesos y limpiar su pelaje.
Aunque esta lengua les ha beneficiado evolutivamente, en nosotros los humanos producen una sensación áspera e incluso dolorosa cuando lamen nuestra piel. Lo mejor es tomárselo con humor y verlo como una pequeña muestre de afecto con exfoliación.
Para reclamar territorio
Los gatos son muy territoriales por naturaleza. Cuando tu gato te lame, está dejando sus feromonas y olor impregnadas en ti, marcándote como parte de su territorio. Así te conviertes en una extensión de su dominio.
Lamer y frotarse también refuerza la confianza y seguridad de los gatos sobre lo que consideran suyo. En definitiva, es una muestra de que eres «propiedad» del gato (por mucho que querramos creer lo contrario).
Para mostrar afecto
Que tu gato te lama con entusiasmo también puede significar simplemente que te tiene mucho cariño. Los gatos aprenden a lamer de sus madres, asociando esta conducta con seguridad y amor desde que son gatitos.
Por eso continúan lamiendo a sus humanos predilectos de la misma forma que lo hacía su madre. Es un acto de amor gatuno, aunque nuestra piel sensible no lo agradezca tanto.
Por el sabor de tu piel
Otra razón puede ser simplemente que les gusta cómo sabes. La piel humana segrega sales y azúcares que atraen el apetito de algunos gatos. Si tienes un gato «lamedor» puede que le resulte irresistible lamerte de vez en cuando.
De lametones a mordiscos
Muchos gatos no se conforman con lamer, sino que progresan dando suaves mordisquitos. Esto se debe principalmente a dos causas:
Las madres gatunas muerden suavemente a sus crías para sujetarlas y poder limpiarlas con calma. Los gatos adultos reproducen este comportamiento contigo.
Además, demasiada estimulación al lamer puede sobreexitarles, lo que les lleva a morder.
¿Cómo evitarlo?
Existen algunos sencillos trucos para disuadir a tu gato de que te lama y muerda en exceso:
- Interrumpir el comportamiento levantando al gato y cambiándolo de sitio. Repetir esto con calma pero consistencia cada vez que vuelva a lamerte.
- Evitar recompensarle acariciándole o hablándole mientras te lame, pues esto le animará a continuar con ese comportamiento.
- Ofrecer alternativas para marcar con su olor, como postes para arañar, camas y raspadores cerca de los lugares donde suele lamerte.
Con paciencia y persistencia es posible enseñar a tu gato a moderar los lametones y mordisquitos. Pero recuerda que se trata de una conducta natural de los gatos, así que no podrás eliminarla por completo. ¡Habrá que seguir tolerando un poco de amor gatuno!
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