Los gatos son animales muy tímidos que protegen celosamente su intimidad. Se esconden cuando hay gente en la que no confían en casa. Y tampoco les gusta que les observen en situaciones que consideran bochornosas o embarazosas.
Por eso, cuando sufren una caída tonta o algo similar, se levantan rápidamente mirando a su alrededor para comprobar si alguien les ha visto. Si alguna vez tu gato se ha caído y te has reído, es posible que tu gato se haya sentido «ofendido». Y es que sí, los gatos sienten vergüenza, no es algo que proyectemos los humanos inconscientemente.
¿Por qué los gatos se avergüenzan?
Los gatos son animales que se diferencian mucho de los perros en lo que respecta a la vergüenza y la intimidad. A ellos no les gusta nada exponerse a la vista de extraños, especialmente si se trata de situaciones que consideran íntimas o privadas.
Un claro ejemplo es que no soportan que les observemos mientras realizan sus necesidades o cuando se están apareando. A diferencia de los perros, es extremadamente raro ver a gatos apareándose en lugares públicos a la vista de todos. Ellos preservan esa intimidad de una forma muy celosa.
También se avergüenzan y se sienten muy incómodos si creen que alguien les ha visto en alguna situación embarazosa, como sufrir una caída tonta o tropezar de forma absurda. Cuando esto ocurre, rápidamente se levantan y salen corriendo para que nadie les vea en un momento tan bochornoso para ellos.
Aunque no se ha demostrado científicamente que los gatos experimenten sentimientos tan complejos como la vergüenza propia de los humanos, lo cierto es que su comportamiento en esas ocasiones se asemeja mucho a cómo solemos actuar las personas cuando sentimos que hemos pasado un momento de absoluta vergüenza.
¿Cómo debemos actuar ante la vergüenza de un gato?
Como dueños responsables, es muy importante que respetemos la intimidad de nuestras mascotas felinas. Lo mejor que podemos hacer es darles su espacio cuando queramos estar a solas, como por ejemplo cuando van al arenero. No debemos intentar seguirlos ni espiarles en esos momentos.
Si en algún momento nuestra mascota sufre alguna caída tonta o tiene algún percance embarazoso, lo mejor es restarle importancia, pasando de largo, sin reírse ni intentar averiguar qué ha pasado. Así evitaremos que nuestro gato se sienta avergonzado o ridiculizado. Es mejor fingir naturalidad ante ese tipo de situaciones accidentales.
¿Cómo ganarse la confianza de un gato tímido?
Para relacionarte bien con un gato tímido y ayudarle a sentirse seguro, lo mejor es no cruzar esas líneas rojas que deterioran tu relación con el felino. Sigue estos consejos:
- Mantén una distancia respetuosa. No le agobies con mimos excesivos.
- Respeta siempre su intimidad, como hemos explicado antes.
- Haz movimientos calmados cuando te acerques, para no asustarle.
- Dale tiempo para habituarse a ti. Ser paciente es clave.
- No le fuerces a interactuar. Deja que se acerque cuando esté listo.
Si respetas la intimidad de tu gato y le das su espacio cuando lo necesite, ganarás poco a poco su confianza. Un gato seguro y confiado será mucho más cariñoso.