Si llevas ya tiempo conviviendo con uno o varios gatos, habrás descubierto ya que, en ocasiones, algunos actos que realicemos o sucedan en el entorno pueden poner nerviosos a nuestros compañeros peludos. Las situaciones estresantes en gatos suelen manifestarse cuando ellos tratan de esconderse constantemente, huyen, maúllan o incluso orinan y defecan fuera de su arenero.
En esta guía te enseñaremos cómo detectar y reconocer las fuentes que inducen ansiedad a tu minino, cómo ayudarle y, en definitiva, qué debes hacer para reducir esas tensiones para que tu gato lleve una vida más feliz y relajada. No obstante, debes conocer de antemano que es absolutamente imposible librar a tu gato completamente del estrés, pero conocer las causas y desencadenantes comunes ayudarán a que tus michis tengan una mayor calidad y esperanza de vida.
Causas de estrés en los gatos
Gente desconocida y mascotas que invaden su territorio
Los gatos son animales muy territoriales, lo que les hace ser extremadamente sensibles a cualquier cambio en el hogar. No verán con buenos ojos que nos marchemos de casa —ya sea para ir a trabajar, para hacer la compra y ni hablemos ya de irnos de viaje—. Tampoco se sentirán cómodos cuando recibas visitas, sean familiares que vienen a verte en Navidad o amigos que están deseando acariciar a tu suave peludo. También debes saber que si te vas de vacaciones y dejas a tus gatos en manos de un familiar o colega, generarás una fuente ilimitada de estrés en tu felino.
Hay que tener especial cuidado al introducir nuevas personas a nuestros compañeros felinos, ya sea un bebé recién nacido, un nuevo compañero de piso o incluso algún familiar que venga a vivir con nosotros durante una temporada. Es complicado gestionar el espacio del animal sin que se sienta atacado por ese nuevo elemento herético que ha aparecido en su vida. Lo mismo ocurrirá si introducimos otros animales, ya sean gatos, perros o cualquier otro tipo de mascota. Eso sí, en función de su raza, inteligencia y curiosidad, reaccionará de una forma u otra.
Los gatos también son sensibles al duelo. Se producirá tanto si fallece una persona dentro del núcleo familiar, como si se produce una ruptura amorosa o un divorcio.
Sonidos, olores y grandes cambios en su entorno
Los gatos son especialmente sensibles a los cambios en su entorno, y hasta los más pequeños e insignificantes pueden causarles mucho estrés. Pero, como ya sabrás, mantener todo estable no es siempre posible. En algún momento tendremos que hacer alguna obra en casa, ya sea un proyecto grande de remodelación o un mantenimiento básico relacionado con el bricolaje.
Si estás haciendo cambios en casa (o tu vecino lleva días pegando martillazos), lo mejor que puedes hacer es mantener a tus felinos lo más alejados que puedas del ruido y el polvo. También debes evitar que los gatos respiren en ambientes donde hayamos pintado paredes, pues los olores fuertes también pueden causarles episodios de estrés. Si vas a realizar reformas durante un gran periodo de tiempo, será conveniente que busques un lugar seguro para tu mascota, como la casa de algún familiar. El cambio le producirá también estrés, pero en mucha menor medida.
Por último, no debemos olvidar otro factor, que es el humo. Los felinos tienen un olfato mucho más desarrollado que el nuestro, por lo que van a sentirse mucho más afectados por los olores fuertes y desagradables. Considera no fumar cerca del animal ni mantenerlo en lugares donde estemos trabajando con humo, como puede ser en una cocina.
Fauna exterior e instinto de caza
Los gatos domésticos pueden sentirse estresados al percibir la presencia de gatos salvajes en el exterior. Pueden reaccionar de muchas formas, desde tratar de defender su territorio hasta acudir a un reclamo sexual en caso de que nuestro felino no haya pasado por un proceso de esterilización.
No debemos olvidar que los felinos son cazadores por antonomasia. Por ello, no les hará ninguna gracia ver pájaros a través de la ventana y sentirse totalmente incapaces de cazarlos. No obstante, es una buena práctica que los gatos se distraigan mirando por la ventana. El instinto de caza lo canalizaremos nosotros mismos mediante el juego.
Transporte
Tu gato va a padecer también estrés cuando tengas que transportarlo de un lugar a otro. El animal sufrirá especialmente cuando lo introduzcamos en situaciones alborotadas cómo puede ser un tren, un autobús o la bodega de un avión. Tampoco le dará especial ilusión visitar al veterinario.
Algunos gatos van a comenzar a experimentar estrés desde el momento en el que intentemos introducirlos en su transportín. Una buena práctica para evitar que el animal vea la caja como un castigo es ubicarla siempre dentro de su territorio. Es importante que el gato vea su transportín como un refugio, por lo que no dudes en colocarle dentro su manta favorita, juguetes o incluso premiarlo con chuches cuando se introduzca él solito en el interior.
Algunos gatos miedosos pueden llegar a marcar su transportín con una hormona —la hormona del miedo— que segregan con una glándula que tienen cerca del ano. Observa bien a tu gato si esto llegase a ocurrir, y limpia bien la caja para deshacerte de dicho rastro. De lo contrario, al respirar su propio rastro, se pondrá automáticamente alerta.
Otros cambios
Cualquier cambio en la rutina de tu metódico felino será suficiente para alterar su orden natural. Si cambiamos su marca de comida favorita por otra, podrán sentirse estresados. Si vamos a la tienda y han dejado de vender la arena que solemos ponerles, podrán sentir estrés. Lo mismo ocurre si cambiamos de lugar su arenero o incluso si cambiamos el orden de los muebles de alguna habitación. En estos casos, el estrés será mucho menor y temporal. También dependerá del tipo de gato, de sus experiencias pasadas y de cómo es el trato que tiene hacia ti en su día a día.
Cómo saber si tu gato está estresado
Una de las formas más fáciles de detectar el estrés en tu gato es buscar cambios en su comportamiento. El patrón más habitual es esconderse. Cuando tu gato está realmente estresado, intentará ocultarse hasta tal punto, que llegarás a pensar que se ha escapado de casa. Este es uno de los signos más evidentes de que tu gato está estresado, pero no es el único.
También pueden llegar a sisear, escaparse, gruñir, arañar o incluso destruir objetos y realizar sus necesidades fuera de su arenero. Si detectas algunos de estos síntomas, no los ignores. Menos aún si se producen con cierta regularidad. De lo contrario, el comportamiento solo podrá ir a peor.
Qué hacer para que tu gato deje de estar estresado
Si has observado que tu amigo felino se esconde debajo de la camas ante cualquier evento que escape de su control, trata de escapar de casa o se pone hecho un basilisco cuando se le acerca otra mascota, debes trabajar para que tu animal controle su ansiedad y pueda maximizar su calidad de vida. Estos son algunos de los consejos que debes seguir para que tu gato recupere la confianza y pueda vivir con mayor tranquilidad:
Detecta las fuentes que hacen daño a tu gato
Puede ser una persona, otro animal, un olor fuerte, ruidos… Debes intentar identificar la causa y tomar medidas para reducir la ansiedad de tu gato.
Asegúrate de que tu gato tiene lugares donde se sienta seguro
Si se esconde debajo de la cama, dentro de un armario, de algún mueble o incluso debajo de tus sábanas, no lo molestes. El gato te está diciendo —en su idioma— que ese es su lugar seguro. Si lo sacamos de ahí a la fuerza, estaremos retroalimentando su estrés.
Mantén distraído a tu gato
Juega con tu compañero a menudo para calmar su instinto de caza. «Gatifica» su entorno para que se sienta cómodo. Colócale también rascadores y distintos juguetes para que pueda canalizar su estrés a través de ellos y de este modo, aliviarse.
Utiliza feromonas
Las feromonas son un tratamiento que puede calmar la ansiedad de nuestros amigos peludos. Se venden en múltiples formatos, como sprays, difusores automáticos que se enchufan a la pared e incluso impregnadas en toallitas húmedas. La marca líder en productos de este tipo es Feliway. Pueden usarse a largo plazo, pero deben usarse como complemento una vez que hayamos localizado las fuentes que producen estrés a nuestros gatos.
Piensa en la esterilización
Los gatos que no son neutralizados están condicionados por sus propios ciclos hormonales. Si no tienes planes de realizar crianza con tus gatos, lo más sensato es que acudas a tu veterinario de confianza para realizar un proceso de esterilización. En animal apenas sufrirá, y su actitud cambiará en cuestión de pocos meses, volviéndose mucho más dóciles, respetuosos y sin sufrir con los episodios de celo.
Habla con un especialista
Si nada de esto te funciona, habla con tu veterinario para que te asesore de una forma más exhaustiva sobre cómo tratar el caso concreto de tu felino.