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Mi gato hace ruido al respirar. ¿Qué le pasa?

Es completamente normal que los gatos emitan pequeños sonidos flojos mientras duermen o están en reposo. Sin embargo, si tu gato está haciendo ruidos fuertes y constantes al respirar, esto podría ser indicativo de algún problema de salud subyacente que requiere atención. Analicemos en profundidad las principales causas por las que un gato podría hacer ruido al respirar y cómo identificar cuándo es necesario llevarlo al veterinario.

Causas leves que provocan ruidos respiratorios

Existen algunas razones por las cuales tu gato podría estar haciendo más ruido del normal al respirar, que no son motivo de preocupación:

  • Ronquidos por la posición. Si los ronquidos ocurren únicamente cuando tu gato adopta ciertas posturas específicas mientras duerme y cesan cuando se despierta o cambia de posición, es probable que no haya de qué alarmarse. Simplemente, significa que está muy relajado y en una posición que dificulta levemente su respiración. En cualquier caso, hay que asegurarse de que este ruido lo hace solo dormido y no continua cuando el animal está despierto.
  • Razas braquicéfalas. Gatos de razas como el persa, el Exotic Shorthair o el British Shorthair tienen el hocico muy achatado. Esta conformación anatómica inherente dificulta su respiración desde que son cachorros, por lo que es completamente normal y esperable que ronquen más que otros gatos. Sin embargo, hay que tener en cuenta que al tener las vías nasales comprimidas, también corren mayor riesgo de sufrir problemas respiratorios.

Problemas de salud que causan ruidos al respirar

gato asma

Aunque algunos ruidos respiratorios en los gatos son normales, existen varias afecciones médicas que pueden provocar que tu gato esté haciendo más ruido del esperado al respirar. Debes prestar mucha atención a estos síntomas y llevarlo al veterinario de inmediato si persisten:

  • Rinitis: inflamación de las vías nasales que dificulta y obstruye la respiración normal. Se manifiesta con estornudos frecuentes, secreción nasal o mucosidad excesiva y ronquidos de origen nasal. Requiere tratamiento con medicamentos recetados por el veterinario para aliviar la inflamación.
  • Asma: cuyo desencadenante es una alergia que provoca inflamación crónica de las vías respiratorias. Por lo general, se trata administrando antihistamínicos e inhaladores. Por desgracia, el asma cada vez es una afectación más común en gatos.
  • Rinotraqueítis felina: similar a la gripe en humanos, es una infección viral aguda que inflama e irrita la nariz y tráquea. Provoca ruidos evidentes al respirar y requiere antibióticos para tratar la infección bacteriana secundaria.
  • Insuficiencia cardíaca: ruidos respiratorios que se originan en la caja torácica o el tórax pueden ser indicativos de enfermedad cardíaca subyacente. Requiere atención veterinaria urgente.
  • Derrame pleural: acumulación anormal de líquido en el espacio entre los pulmones y la cavidad torácica, que comprime los pulmones y dificulta severamente la respiración. El gato intentará jadear con la boca abierta en un intento por obtener más oxígeno. Requiere drenaje del líquido y tratamiento urgente, pues es muy grave.

¿Cuándo llevar a tu gato al veterinario?

Debes llevar a tu gato a una consulta veterinaria de inmediato si:

  • Hace ruidos respiratorios anormalmente fuertes y constantes, incluso cuando está despierto y activo.
  • Presenta dificultad evidente para respirar o jadea con la boca abierta.
  • Tiene secreción nasal, estornuda o tose muy frecuentemente.
  • Está decaído, no tiene apetito o presenta cualquier otro síntoma preocupante.

No ignores ningún cambio en la respiración de tu gato, ya que pueden ser signos de enfermedad que requiere diagnóstico y tratamiento veterinario. Si detectas cualquier anomalía respiratoria o cambio en sus hábitos normales, llévalo a la clínica veterinaria cuanto antes para que evalúen su salud. Cuanto más rápido se trate la causa, mayores serán las probabilidades de una recuperación plena.