Aunque los gatos deben tener por regla general una dieta totalmente carnívora, el queso suele ser considerado un alimento seguro para ellos. No obstante, este lácteo manjar también puede causar problemas a tu michi, así que es muy importante que leas todo este artículo con atención antes de que decidas dar o no este alimento a tu mascota.
A los gatos les gusta el queso. Sienten bastante curiosidad por su olor y, si ven un trozo sin supervisión, es probable que se lancen a por él. Sin embargo, el consumo de queso puede causar ciertos problemas a los felinos. De hecho, hay tantos posibles inconvenientes que quizás sea más fácil descartar este alimento dentro de la dieta de tu gato.
El queso no forma parte de una dieta completa y equilibrada para felinos. Muchos gatos no pueden digerir los lácteos —de hecho, comienzan a desarrollar intolerancia a la lactosa tan pronto como dejan de ser bebés—. Por tanto, no es necesario que te esfuerces en que tu gato lo coma. Sin embargo, si tu gato muestra curiosidad o crees que un poco de queso podría ser un buen incentivo para un buen comportamiento, sigue las pautas a continuación para abordar la situación de manera segura.
¿Es seguro que los gatos coman queso?
Que un alimento sea seguro para gatos no significa que lo sea para todos los gatos. Theresa Entriken, una consultora veterinaria de Estados Unidos, considera que podemos dar este alimento a un gato sano. «Si tu gato tiene una enfermedad, como enfermedad cardíaca o renal y necesita una dieta baja en sodio, esta regla general no se aplica».
Los gatos pueden desarrollar distintas intolerancias a ciertos alimentos. Lo que un gato tolera bien podría causar problemas a otro. Los gatos son intolerantes a la lactosa y muchos desarrollan problemas digestivos (por ejemplo, diarrea, estreñimiento, vómitos) después de consumir productos lácteos. Los quesos duros como el cheddar y el suizo tienen menos lactosa, por lo que pueden ser quesos más seguros (aunque no libre de riesgos). Los quesos blandos como el brie y el queso cottage contienen mayores cantidades de lactosa y grasa, lo que los convierte en opciones menos ideales para tu gato.
El queso a menudo contiene ingredientes adicionales que son tóxicos para los gatos. Siempre evita quesos que contengan cebolla, ajo y cebollino. También debes alejarte de los quesos mohosos como el queso azul. Su nombre proviene de las manchas de Penicillium, un tipo de hongo que crece en alimentos envejecidos y puede ser tóxico para las mascotas.
Aceptable como complemento, pero no para añadir a una dieta
Como carnívoros obligados, los gatos dependen de nutrientes que solo se encuentran en productos animales. La forma más sencilla y conveniente de satisfacer los requerimientos nutricionales de un gato es proporcionarles una dieta completa y equilibrada. Esta debería ser formulada por un veterinario para que el animal esté libre de riesgos.
Si tu gato obtiene todos los nutrientes necesarios de su dieta, los alimentos como el queso no le van a ofrecer un beneficio nutricional. Además, la mayoría de las calorías de tu gato deben provenir de alimentos especialmente formulados para proporcionarle los nutrientes que necesita. Los alimentos humanos, como el queso, solo deben administrarse ocasionalmente y con moderación.
¿Los gatos pueden comer queso mozzarella?
Aunque algunos gatos pueden tolerar pequeñas cantidades de queso mozzarella sin problemas, volvemos a encontrarnos con el mismo problema. No todos los gatos pueden digerir adecuadamente los lácteos.
El queso mozzarella, al ser bajo en lactosa, puede ser más fácilmente tolerado por algunos gatos. No obstante, es esencial ofrecerlo en cantidades muy pequeñas y de forma ocasional. El exceso de queso en la dieta de un gato puede causar trastornos digestivos, como diarrea o vómitos.
Además, el queso mozzarella tiene un alto contenido de grasa, lo cual podría ocasionar problemas de peso y obesidad en los gatos si se consume en exceso.
Si deseas ofrecerle queso mozzarella a tu gato, consulta primero con tu veterinario. Él podrá evaluar la salud de tu mascota y determinar si es seguro para ella consumir este tipo de queso, aunque lo más seguro es que te diga que no. Tu veterinario te acabará recomendando opciones más saludables y adecuadas para complementar la dieta de tu gato.
Cómo darle queso a tu gato de forma segura
Aunque no debes permitir que tu gato tenga acceso libre al queso, puedes darle un pequeño trozo de forma segura. Teniendo en cuenta los puntos anteriores, aquí tienes algunas pautas para alimentar a tu gato con queso de manera segura:
- Consulta. Habla con tu veterinario antes de darle a tu gato cualquier alimento humano nuevo, incluso si se considera generalmente seguro para las mascotas. Te adelantamos que lo más normal es que te desaconseje este alimento.
- Calcula. Tu veterinario puede ayudarte a determinar cuántas calorías necesita tu gato y cuál es su peso ideal. Con esos datos en mente, puedes calcular cómo encajan alimentos como el queso en su plan nutricional. Los premios no deben superar el 10% de las calorías diarias totales de tu gato. Por tanto, tendrás que hacer unos cuantos cálculos para que el trozo de queso no supere esa barrera. Recuerda que, al ser un alimento graso, un pequeño trozo puede tener bastantes calorías.
- Revisa la etiqueta nutricional del envase de queso para calcular el tamaño correcto de la porción y las calorías totales. También es un buen momento para verificar la lista de ingredientes y asegurarte de que no contenga aditivos venenosos.
- Prepara. Corta la porción de queso en trozos pequeños que sean fáciles de manejar para tu mascota. El tamaño del pienso de tu gato puede darte una buena idea de qué tamaño de trozo es adecuado.
- Supervisa. Ofrece solo una pequeña cantidad de un alimento nuevo o un premio, y prueba solo un alimento novedoso a la vez. De esta manera, podrás identificar problemas más fácil y rápidamente si surgen. Si tu gato muestra signos de malestar gastrointestinal, como vómitos o diarrea, suspende la administración del alimento en cuestión y consulta a tu veterinario.