Ser un dueño responsable de gatos implica proporcionar un espacio adecuado para sus necesidades básicas, como su arenero. En apartamentos pequeños, encontrar el lugar perfecto para ubicarlo puede ser un desafío.
En este artículo, aprenderás dónde colocar el arenero, qué tipos de cajas de arena para gatos son las más adecuadas y cómo mantenerla limpia y libre de olores desagradables.
Encuentra primero la caja de arena ideal
No todas las cajas de arena para gatos son iguales. Lo más importante es elegir una que tenga el tamaño adecuado (ni muy grande ni muy pequeña), buena ventilación y suficiente privacidad. Además, debe ser fácil de limpiar y mantener, especialmente en un espacio reducido.
Para pisos y apartamentos pequeños, lo mejor es optar por una caja con fondo y laterales cerrados, que ayudará a contener olores y a mantener las patas de tu gato limpias.
Las mejores cajas de arena para apartamentos pequeños
Existen muchas opciones de cajas de arena, pero nos interesa hacernos con una fácil de limpiar. Por ejemplo, una caja con capota y fondo recogedor es ideal para contener olores y facilitar la limpieza rápida.
Otras posibilidades, como las cajas de entrada superior, también ahorran espacio y proporcionan privacidad a los gatos. Dependiendo de las preferencias de tu gato y la configuración de tu espacio, podrías beneficiarte de una caja de arena oculta.
Tipos de caja de arena a evitar en apartamentos pequeños
En espacios reducidos, es importante evitar cajas de arena grandes y abiertas, ya que ocupan mucho espacio y pueden hacer que los olores se dispersen por todo el apartamento. También es recomendable no utilizar cajas de arena automáticas, porque suelen requerir gran cantidad de espacio y electricidad.
Las cajas de arena abiertas tradicionales pueden generar más olores y los muebles para cajas de arena, como armarios y recintos, pueden ser voluminosos y ocupar demasiado espacio.
¿Qué arena elegir?
Hemos hablado del arenero, pero no del tipo de arena para gatos. Lo ideal es que no compres la más barata, sino una que absorba bien los olores y no levante mucho polvo. De este modo, tanto el animal como tú encontraréis el punto ideal.
En el artículo que te acabamos de enlazar tienes toda la información sobre los distintos tipos de arena, sus beneficios y cualidades.
La importancia de las cajas de arena en espacios reducidos
Los gatos son animales de costumbres, por lo que es fundamental ubicar la caja de arena en un lugar de fácil acceso. Esto les dará seguridad y ayudará a establecer una rutina para eliminar sus desechos. Entre los beneficios de una caja de arena bien mantenida para tu gato se encuentran:
- Reducción del riesgo de infecciones urinarias
- Menor probabilidad de desarrollar estreñimiento o diarrea
- Menos posibilidades de esparcir arena por toda la casa
¿Mala ubicación? Entonces tu gato NO usará el arenero
La caja de arena nunca debe colocarse cerca del área donde el gato come o duerme, ya que esto los hará sentir incómodos al usarla y dificultará mantener el área limpia. También es mala idea ubicarla cerca de electrodomésticos ruidosos o en áreas con mucho tráfico, pues podría estresar a tu gato.
Evita colocarla cerca de ventanas o puertas, pues los gatos pueden asustarse fácilmente. Además, por tu propia salud, seguridad e higiene, el peor lugar para colocar la caja de arena es la cocina. Obviamente, no querrás lidiar con el desorden y los olores cerca de donde preparas y consumes alimentos.
¿Es conveniente mantener la caja de arena oculta?
Puede ser beneficioso mantener la caja de arena fuera de la vista. Algunos gatos se sentirán más seguros si realizan sus necesidades lejos de miradas indiscretas (incluidas las de otras mascotas), y las cajas cerradas ayudan a contener los olores.
No obstante, si tu gato tiene necesidades médicas o especiales que requieren supervisión al usar la caja de arena, un modelo abierto podría ser una buena opción. Y, en este caso, no sería nada recomendable ocultar el arenero.
¿Dónde es el mejor lugar para poner el arenero en una casa pequeña?
El mejor lugar para colocar la caja de arena en un apartamento pequeño es un sitio que ofrezca privacidad, ventilación y fácil acceso para tu gato. Un rincón tranquilo en una habitación o pasillo, o un armario sin usar, son lugares ideales. Si es posible, busca un área con luz natural que aún proporcione privacidad a tu gato al usar la caja de arena. Un lavadero —si es que hay uno en tu casa— es otra excelente ubicación debido a sus pisos de fácil limpieza y buena ventilación.
Ten en cuenta también el tamaño de la caja de arena. En un apartamento pequeño, es mejor optar por un modelo más minimalista con paredes bajas, ya que facilitará la entrada y salida de tu gato. Además, un arenero abierto o parcialmente cubierto es más adecuado para espacios reducidos, por el hecho de que proporcionará mayor flujo de aire para contener olores.
¿Es adecuado poner la caja de arena en el baño?
A priori, poner el arenero en el cuarto de baño puede parecer una buena idea. Sin embargo, no es un emplazamiento óptimo. Esto se debe a que la circulación del aire es limitada y puede generar malos olores rápidamente. Además, el gato podría sentirse incómodo con el sonido del agua corriente u otros ruidos en un espacio pequeño y cerrado.
Sin embargo, si no tienes otra opción, asegúrate de colocarla en un área donde los gatos no se vean perturbados por el ruido o el tráfico al usarla. Tener un ventilador a baja velocidad o mantener una ventana entreabierta puede ayudar a reducir los olores y mantener el aire fresco tanto como sea posible. Por supuesto, coloca una mosquitera para evitar que el animal se escape al exterior.
Cómo mantener limpia la caja de arena en un apartamento pequeño
Seguro que no te agrada en absoluto que tu piso huela a caca de gato. Pues bien, a tu gato tampoco le gusta que su casa —porque recordemos que aunque tú pagues la hipoteca, le pertenece a él— huela mal. De ahí que sea prioritario que recojamos los excrementos de la caja tan pronto como sea posible. Como mínimo, deberíamos limpiar el arenero una vez al día. Además, hay que retirar toda la arena y limpiar el receptáculo por completo, como poco, cada dos semanas. Esto ayudará a mantener el área fresca y libre de bacterias o enfermedades que puedan afectar la salud de tu gato.
Al limpiar, utiliza agua tibia con jabón suave o limpiadores enzimáticos y elimina cualquier rastro de orina y heces. Asegúrate también de reemplazar la arena con una nueva. Esto ayudará a mantener un buen control de olores en tu hogar. Por último, enjuaga bien la caja antes de agregar nueva arena; esto reducirá el polvo y evitará que tu gato lo rastree por todas partes.