Lo bueno de tener gato es que no tienes que sacarlo puntualmente tres veces al día a que haga sus necesidades. Cosa que es de agradecer cuando está lloviendo, granizando, o hace 40ºC a la sombra. Sin embargo, tener el retrete privado de nuestra mascota en casa puede ser todo un reto. A fin de nuestras, la casa se convierte en un juego geoestratégico en el que debemos plantearnos muy bien cómo y dónde colocar las cajas de arena. Aquí te dejamos algunos errores que cometemos hasta los dueños más dedicados, para que así no los cometas tú también:
Es un arenero demasiado alto
Lo sabemos, a todos nos fastidia pasar por al lado del arenero y pisar toda la gravilla que se ha desparramado alrededor. Es por esto que muchos dueños se decantan por una caja con las paredes altas. No obstante, si bien hacen su trabajo de contener la arena en su sitio, también puede suponer una incomodidad para nuestro gato.
Y es que no todos los felinos se adaptan bien a los areneros altos. Por ejemplo, los gatitos de pocos meses de edad tienen dificultades para entrar y salir de esta tipo de arenero. Aunque nos parezca que ahorramos dinero, es mejor invertir en una caja pequeña para los primeros meses o el primer año de vida del gato. Una vez crezca, podemos comprarle una más grande que se adapte a su nuevo tamaño.
Por otro lado, los gatos enfermos o ancianos tampoco son fans de las cajas con paredes altas. Y este que la tercera edad llegan problemas de movilidad: artritis, problemas de riñón, dolor en las articulaciones, etc. En general, estos gatos tendrán menos agilidad, y se moverán con dificultad. Debido a esto, lo mejor será facilitarles en la medida de lo posible entrar al arenero para hacer sus necesidades.
¿La alternativa? Pues hacernos con un arenero con entrada adaptada. Es decir, debemos asegurarnos de que la caja tiene uno de los laterales más bajo, lo suficiente como para que nuestro pobre michi pueda entrar y salir sin problemas. Y para atajar el problema de la arena fuera, podemos poner una alfombra de goma en la entrada para minimizar desastres.
- Caja de arena de plástico con entrada.
- Mantener la casa del perro limpia es fácil.
- Higiénico y fácil de limpiar.
- Retiene bien la basura y evita el desperdicio.
- Este modelo lo entrega el fabricante en forma de un surtido aleatorio de varios modelos y/o colores. Es imposible que le ofrezcamos un modelo y/o color en particular. Al validar su pedido, recibirá uno de los modelos que se muestran en la imagen de acuerdo con el stock disponible. Le agradecemos su comprensión
Ubicarla en una zona de tránsito o alboroto
Seguramente te haya pasado que has necesitado usar un baño público, pero te ha podido la timidez al cerrar la puerta y oír a toda la gente fuera, lavándose las manos o esperando su turno. Esto mismo le pasa a los felinos. No solo se sienten vulnerables ante posibles depredadores, sino que no le gusta el estímulo de ruidos o personas. Se ha escrito mucho sobre el emplazamiento perfecto para la caja de arena, aunque te hacemos un resumen.
Te recomendamos no colocar el arenero en un lugar en concurrido o ruidoso, como la cocina o el lavadero. Ten en cuenta que son estancias en las que se producen muchos ruidos (la lavadora centrifugando, la olla a presión, el lavaplatos, la aspiradora archienemiga en una esquina). Si ves que por la escasez de metros cuadrados, necesitas dejarle un arenero ahí, hazlo, pero seguramente no sea su arenero favorito, o sólo lo utilice como último recurso.
Busca una estancia tranquila, para que el gato pueda vigilar todos los ángulos y no se sienta tan vulnerable. Un cuarto o esquina apartada suele ser el lugar ideal. SIn embargo, debemos recordar pasar por allí un par de veces al día para supervisar el arenero.
Ocultar el arenero
Lo comprendemos, a nadie le gusta ver un inodoro. Es por esto que el feng shui y las demás ramas del diseño de interiores se las idean para dejar fuera de vista los cuartos de baño. Muchos dueños de gatos tienen la noción de que es posible ocultar de la vista general este artilugio si compramos un arenero con capota y compuerta. Algunos manitas llegan incluso a crear muebles fachada dentro de los cuales esconden el arenero.
Sin embargo, esto tiene muchos inconvenientes. El primero, es que la mayoría de los gatos adultos son demasiado grandes como para entrar y moverse holgadamente dentro de un arenero con tapadera. Además, como dice el refrán inglés out of sight, out of mind (fuera de vista, luego fuera de mente en español) los humanos responsables del gato pueden olvidarse de limpiar y mantener el arenero diariamente si no pueden ver a simple vista el estado de la arena. Esto llevará a que el arenero esté más sucio, huela peor, e incomode más al gato.
Una de las desventajas principales de los proyectos DIY con muebles para ocultar areneros a simple vista es que se fabrican con materiales que no están adaptados a estas necesidades. Es decir, caen en la trampa de utilizar materiales porosos, que absorben malos olores con facilidad. Si bien recomendamos renovar la caja de arenero cada año, estos muebles arenero se crean con la noción de que duren más tiempo. Sin embargo, la madera y muchos tipos de plástico acabarán impregnándose del aroma a amoníaco de la orina felina, sobre todo en época de verano con las altas temperaturas, y sobre todo si no limpiamos religiosamente una o dos veces al día. Al final, el proyecto que hemos creado para esconder el arenero olerá peor y será más desagradable que una simple bandeja arenero bien aseada.
Usar la arena inadecuada
Aunque hay muchísimos tipos de arena en el mercado (y hemos desglosado las cualidades de cada una), no todas son adecuadas para cada tipo de gato/dueño. Algunos materiales, como la arena de sílice o bentonita, son piedras que tienden a tener caras puntiagudas. Esto puede no ser del agrado de algunos gatos, pues suele ser un poco incómoda para sus patitas. Existen otras arenas, en base a materiales biodegradables, como el papel o el serrín comprimido, que son más blandas y agradables para muchos felinos.
Si ves que tu gato no está a gusto con su arenero, o a empezado a hacer sus necesidades fuera de él, puede que se deba a un cambio de la arena, ya sea material o porque la has comprado perfumada y le repele esa fragancia. Si te sucede esto y quieres averiguar por qué ya no le gusta el arenero a tu gato, puede que nuestro artículo al respecto te sea de ayuda.
¿Qué te han parecido estos problemas típicos de los areneros? ¿Hay alguno que no habías tenido en cuenta? Esperamos que te sirvan para mejorar el arenero de tu gato y vuestra relación con él.
