Es normal que a veces, sin querer, asustemos o lastimemos a nuestra mascota. Si esto sucede con tu gato, no te preocupes, con paciencia y cariño podrás reconciliarte.
Los gatos son animales sensibles que necesitan sentirse seguros. Algunas razones por las que podría estar asustado o molesto son que lo pisaste sin querer, esto le causó dolor y ahora no confía en ti; o que hiciste un ruido muy fuerte que lo sobresaltó. Los gatos tienen el oído muy sensible. Invadir su zona de comfort mientras come o duerme tampoco le hará gracia, pues necesitan su espacio propio. Sea cual sea el motivo, tu gato necesita tiempo para calmarse antes de interactuar contigo nuevamente.
¿Cómo consigo que me perdone mi gato?
Primero, debemos darle tiempo y espacio. De media, un gato tiene una memoria a medio plazo de 16 horas, así que el incidente, si no es muy grave, no le dejará secuelas psicológicas de por vida.
Una vez que le hayas dado un tiempo a solas, puedes empezar el proceso de reconciliación: dale su comida favorita, las chuches de premio ayudan a suavizar las cosas; habla con voz suave y tranquila, esto lo hace sentir seguro; acarícialo suavemente si se acerca, no lo fuerces si aún no quiere contacto
Pestañea lentamente mirándolo a los ojos, esto comunica afecto en su lenguaje corporal. Si te araña o muerde, no lo regañes, entiende que aún está sensible, simplemente aléjate y dale más tiempo.
Con paciencia y respetando su espacio, poco a poco volverá a confiar en ti, cada gato tiene su propio tiempo para perdonar, no te rindas.
Evita cometer estos errores que podrían empeorar la situación: seguir invadiendo su espacio o forzar el contacto físico; gritar o hacer movimientos bruscos cerca de él; castigarlo o regañarlo por rasguñarte o morderte; perder la paciencia si no te perdona rápidamente. Recuerda que los gatos confían más en los humanos pacientes y respetuosos.
Siguiendo los consejos de este artículo, con paciencia y amor, lograrás la reconciliación con tu minino. ¡Mucha suerte!